El estudio de la pisada para niños o lo que se conoce como biomecánico se realiza con la finalidad de conocer la manera de cómo pisan o caminan los infantes. El por qué se hace este análisis ayudará en el futuro a evitar lesiones, daños musculares o de articulares y para que se pueda corregir a tiempo cualquier malformación en el sistema musculoesquelético que se presente en los miembros inferiores.
¿Qué tan temprano puede hacerse?
Muchas patologías que se sufren de adultos pudieron preverse de haberse realizado a tiempo un examen biomecánico. Sin embargo, no solemos pensar en esto sino cuando se hace notorio una forma inadecuada de caminar de nuestros hijos.
Sabemos que cuando comienzan a caminar, en sus primeros años de vida, no tienen gran estabilidad en su andar y eso es normal hasta cierto punto. Ahora bien, también vienen cambios en sus miembros a consecuencia del crecimiento; y todo esto incide en su forma de pisar.
Estas evoluciones donde se ve afectado el andar (incluso hereditariamente) suelen suceder hasta los 5 años. Aunque hay problemas que pueden presentarse a simple vista, es el pediatra el que podrá indicar la necesidad de llevar al niño a un especialista.
A partir de allí es importante observar con detenimiento el caminar de los infantes, si se caen constantemente (que de hecho lo hacen), si les duelen los músculos, si corren con cierta dificultad, etc. Es aquí que se perentorio un análisis de la pisada.
Beneficios de realizar un estudio de la pisada para niños
Con este examen se podrá determinar si el niño presenta algún problema de desplazamiento que de alguna manera afecta: rodillas, caderas, tobillos y espalda. También si tiene asimetrías y basculaciones pélvicas y otros padecimientos musculares y articulares.
El diagnóstico hará que se aplique las correcciones efectivas que mejorarán adecuadamente cualquiera de las alteraciones que fueron detectadas (en caso de que así sea). En conclusión, este método no es doloroso ni complicado, a través de él se realiza una captación de huella plantar en distintas posiciones: parado, corriendo, caminando, descalzo y con zapatos. Y con él se levanta un mapeo de puntos de máxima presión.