En las áreas naturales y urbanas, como campos de golf, parques y jardines, se consiguen variados adornos según el estilo que prefieran sus dueños. Sin embargo, un elemento básico en el que no necesariamente se piensa y cuya ausencia se detecta de inmediato con desagrado, es una homogénea grama verde. Y en muchos casos esta resulta ser césped artificial decorativo.
Aun cuando a muchos les pueda parecer irónica la idea de tener plantas artificiales que simulan una unión con el medio ambiente, el césped en realidad cumple otras funciones aparte de recrear la vista:
- Provee una fricción apropiada a los zapatos de los deportistas, apta para ofrecer agarre sin estorbar el movimiento.
- En caso de caídas, protege de las peligrosas heridas o roces que produciría el concreto o la madera.
Además, todo el que tiene vegetación a su cuidado sabe que se trata de organismos delicados que requieren de:
- Luz y agua en las cantidades necesarias.
- Poda con la mejor técnica para un desarrollo adecuado.
- Protección contra los insectos y los cambios extremos de temperatura.
- Remoción de los oportunistas hierbajos, que son tan dañinos.
Claro que una sola maceta o pequeño jardín trasero no es problema. No obstante, mantener las condiciones ideales para kilómetros de césped, que asimismo tienen que soportar un tráfico peatonal intenso, se vuelve una tarea titánica que requeriría instalar una infraestructura de aspersores y el servicio de un grupo de jardineros que le dediquen varias horas todos los días.
En consecuencia, esto podría llegar a convertirse en una enorme cantidad de trabajo. Aunque no se puede negar que una extensión verde y pulcra complace a esa parte interna del ser humano que está en sintonía con la naturaleza. Así que, sabiéndolo, ¿resultaría realmente extraño desear adquirirlo de forma instantánea?
Y hasta es posible elegir entre diferentes modelos, estilos y hasta colores. Al final, la decisión es de cada quien. Y la pregunta fundamental sería la siguiente, ¿es preferible un vibrante césped artificial o uno natural pero, seco y mustio porque no se le pudo dar la debida atención? Saber hasta dónde comprometerse en el mantenimiento del mismo es la clave.